Arthur Okun, asesor económico del entonces Presidente de Estados Unidos Lyndon B. Jonson, diseñó el Índice de Miseria basándose en la idea de que si se añadía a la tasa de desempleo, la inflación, se podía medir la miseria.
El índice lo que vaticina es que si se suben los precios y se amplía el número de desempleados, la pobreza crece, puesto que ambos números, cuando son muy altos, son sinónimos de una economía muy deteriorada o lo que es lo mismo, de un panorama de miseria.
Los datos de la OCDE en Julio de este año presentaban unos números desoladores para España:
El Indice de Miseria que recoge el desempleo y la inflación llegaba al 26.2, mientras que en países de nuestro entorno como Francia era de 12.2 o Italia del 13.4, y, por supuesto alejados de los de Noruega con un 3.5, o Suiza 2.2.
Pero peor es cuando a ese empleo y la inflación, se le añaden el crecimiento y el déficit fiscal, obteniendo un Índice de Súper Miseria: España llega a los 31.2 puntos cuando la media de los países de la OCDE es de 13.2. Y muy lejos del índice negativo que ofrece Noruega con un -8.5 ó el 0 de Suiza.
Por Comunidades Autónomas, las diferencias son considerables: hay algunas que superan los 30 puntos (Andalucía, Extremadura y Castilla La Mancha) mientras que otras como el País Vasco, que presenta la tasa mas baja, se encuentran en los 15.5.
Andalucía con un índice cercano a los 35 puntos se presenta como la Comunidad Autónoma donde el desempleo y la inflación más daño están haciendo, aunque, si tenemos en cuenta que la inflación se mantiene estable en todo el territorio, es el deterioro local del empleo el que está arrojando estos índices.
Por tanto, el único elemento que puede responder a este tipo de diferencias es el del empleo, que según previsiones para el mercado de trabajo del segundo trimestre del año, no va a poder luchar contra el Índice de Miseria puesto que la Encuesta de Población Activa (EPA) se mantiene en el 24.4%. Un porcentaje que supone la combinación del aumento de la ocupación en 52.000 personas y un incremento de unos 6.000 parados.
Además estos datos en la época estival que, normalmente es bastante positiva para el empleo.
Cuando se llegue al tercer trimestre del 2012, el número de ocupados retrocederá presumiblemente a datos de marzo hasta los 17,3 millones de parados.
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