Que los salarios desde el inicio de la crisis no sólo no crecen sino que tienen grandes presiones a la baja es un hecho indiscutible. Que los acuerdos empresariales y convenios están muy por debajo de las tasas de la inflación y, por tanto, que se están dando pérdidas en el nivel de salarios relativos, también es palpable.
Sin embargo, cuando la realidad se aproxima con datos, las conclusiones resultan preocupantes. El periódico Cinco Días publicaba un artículo en el que señalaba que los salarios medios en España están por debajo de las pensiones de jubilación. Ya que, se pagan cifras de 940€ para el salario más común (que no medio) mientras que la pensión media se sitúa en 951€.
Según los últimos datos ofrecidos por el INE a Octubre de 2012, el salario bruto medio anual en 2010 fue de 22.790€, aunque en el caso del País Vasco, se llegó a los 26.593€.
Sin embargo, del estudio de su distribución salarial se desprende que hubo pocos trabajadores con salarios muy altos pero que influyen de manera decisiva en el salario medio, ya que, la diferencia entre el salario medio y el más frecuente o modal fue de más de 6.000€, es decir, que la mayoría de los ingresos están en torno a 16.490€, o lo que es lo mismo, salarios mileuristas.
Esta situación confirma que la competitividad empresarial se está intentando restablecer por el lado de la rebaja de los costes laborales, y mientras que en la UE repuntan los salarios, en España desde el 2008 hasta ahora han bajado del nivel 100 al 96 (en la Unión han subido de 100 a 108).
La recuperación de la productividad, base para el relanzamiento económico futuro, no se esta haciendo desde el lado de la inversión tecnológica que aumente la productividad del factor trabajo manteniendo los salarios, sino con la receta liberal clásica de ajuste duro en los salarios relativos. Esa es la medicina que suministran desde la UE y que el Gobierno central abraza sin dudar. Se rinde así también pleitesía al euro.
Pero ¿podremos competir con las empresas de otros países emergentes a los que ahora les va bien en salarios bajos?.
Parece que la respuesta va a ser que no. De hecho de aquí a no demasiados años, esos países emergentes coparán más del 50% del PIB mundial con productos muy competitivos en precios.
¿Existe otro camino?. Siempre existe otro camino.
Y los datos de Euskadi en inversión en innovación, investigación y desarrollo, en tecnología y productos y servicios de calidad, que prácticamente duplican la media estatal que encima sigue bajando, marcan una línea alternativa que será preciso mantener y profundizar.
Tendremos que competir, o mejor aún colaborar, en productos de alto valor añadido y gran calidad, como ventaja competitiva. Y ese camino se recorre tomando el camino de la innovación y la calidad.
Más información:
http://www.ine.es/prensa/np741.pdf
http://www.ine.es/jaxi/menu.do?type=pcaxis&path=/t22/p132&file=inebase&L=0
http://www.cincodias.com/articulo/economia/salarios-pensiones/20121109cdscdseco_14/
